Restaurar la selva misionera: para las personas y la naturaleza

 En un esfuerzo conjunto por conservar y restaurar el invaluable ecosistema de la selva misionera, la Fundación Vida Silvestre Argentina, la Municipalidad de San Pedro, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el Instituto Nacional de la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena (INAFCI) están llevando adelante el proyecto “Restaurando la selva misionera para las personas y la naturaleza”. Es una iniciativa que se lleva adelante con el compromiso de familias rurales, cuyo objetivo es conservar y recuperar la riqueza natural del monte y mejorar la calidad de vida de sus habitantes. 

El proyecto inició trabajando junto a un grupo de 24 familias rurales de Colonia Alegría, municipio de San Pedro, que realizaron una labor sin precedentes. Se restauraron 114 hectáreas de tierras con la plantación de 22.500 ejemplares de especies nativas de la selva misionera. Esta iniciativa beneficia a la biodiversidad local y busca brindar un impacto significativo en la calidad de vida de las familias involucradas.

Uno de los pilares fundamentales del proyecto es el acceso al agua en calidad y cantidad para las familias involucradas. Para ello, se realizaron mejoras y adecuaciones en las fuentes de agua, sistemas de bombeo y reservorios, garantizando así un suministro seguro y sustentable para las comunidades locales. 

Para que el éxito de la iniciativa sea a largo plazo, se brindó asesoramiento técnico en actividades agrícolas bajo prácticas ambientales sustentables. De esta forma, a través del trabajo colaborativo entre Vida Silvestre, INTA e INAFCI con las comunidades, se compartió conocimientos en áreas como la producción de yerba mate, ganadería, horticultura y apicultura. A partir de ello se lograron instalar 16,5 hectáreas de sistemas agroforestales en nuevas plantaciones de yerba mate, así como adecuar 37 ha de yerbales ya existentes bajo este sistema que consiste en combinar árboles nativos con plantaciones productivas.  Además, se realizaron 13 capacitaciones en temas relevantes para el desarrollo sustentable de la región, abordando desde la sistematización de suelos hasta la restauración del paisaje y la importancia de la recuperación de áreas degradadas.  

“Hoy más que nunca la conservación necesita de una mirada multidimensional desde diversas profesiones que nos ayuden a poder hacer realidad el enfoque de conservación inclusiva que promovemos desde Vida Silvestre, como parte de la Organización Mundial de Conservación (WWF)”, señaló Claudia Amicone, especialista de restauración y comunidad de Fundación Vida Silvestre Argentina. “Es por ello que para alcanzar estos logros junto a las comunidades locales fue y es clave para nosotros contar con el compromiso y profesionalismo de instituciones como el INTA y el INAFCI”, agregó Amicone. 

A medida que el proyecto avanza en su segundo año, presenta nuevos desafíos y oportunidades. En esta etapa se suman 31 nuevas familias de colonia Alegría, con quienes se proyecta la restauración de 124 hectáreas adicionales, así como la implementación de capacitaciones continuas y la asistencia técnica permanente. Entre los temas prioritarios identificados se encuentran la sistematización de suelos, manejo integral del ganado, horticultura y la promoción de sistemas agroforestales. Estas capacitaciones estarán diseñadas para abordar las necesidades específicas de las comunidades y promover prácticas sustentables y rentables. Además, se seguirá trabajando en mejorar el acceso al agua, adecuaciones de vertientes y mejoras según las necesidades individuales de cada familia. 

“Este proyecto no solo representa un compromiso con la conservación del ambiente, sino también una oportunidad para el desarrollo económico y social de las comunidades rurales de la selva misionera. De esta forma estamos trabajando en conjunto para conservar y restaurar este invaluable patrimonio natural y cultural para las generaciones actuales y futuras” destacó Claudia Amicone. Además, agregó, "este proyecto demuestra y ejemplifica el poder transformador que posee la comunidad cuando nos unimos en un esfuerzo común por producir protegiendo y restaurando la selva, no sólo por la naturaleza sino también por las personas buscando mejorar la calidad de vida de las familias en su hogar: el monte". 

La selva misionera forma parte de la ecorregión Bosque Atlántico, que une a tres países Argentina, Brasil y Paraguay. Es uno de los sitios más biodiversos del mundo, sus selvas son cruciales para la mitigación del cambio climático, la regulación hídrica, así como el sustento alimenticio y económico de los pueblos que viven en la región. El territorio que originalmente cubría el Bosque Atlántico es hoy en día un paisaje transformado por las actividades humanas: se perdió más del 80% de los bosques originales debido a la deforestación y la alteración del hábitat. La pérdida de la cobertura forestal no afecta únicamente a la biodiversidad, sino que también a las personas que viven y dependen la naturaleza para vivir y desarrollarse. 

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